domingo, 22 de agosto de 2010

Poemas para los secuaces de Dalí.

POEMA CON PEGFUME FRANCÉS Y ACUAGRELA
EN SUBASTA (34.)


Hoy me impresiona tu cara de mantequilla, como pera.
Un veneno letal para palomas y obras de arte;
Ahora que cargas más hojas que nunca,
Nenúfares donde escribes te deseo.

Es otra de tantas mentiras,
El perfume.
Comparado al tuyo, natural
Siempre al tacto de una pera en el punto más álgido.

Tú y yo en un trazo de Monet, arco iris
Reflejado en un charco,
Lo pisoteamos.
- No, por favor Claude, no nos destiñas.

Yo te canto, piso el charco,
Llevas del brazo mi escuadra de sentidos,
Encuentro de sombreros,
Sombrillas encimadas.
Es lo que oyes, un canto. Una espantosa sirena de mordedura
Vampiresca contra pera dulce,
Voraz por el caudal que encuentra tu cuello natural.

Ella sabe y es sumisa ante la interpretación poética.
Más allá del Motel Parisien.
El poema que me regalaste en el Castillo Gótico del Insomnio,
Lo guardo en una vitrina para alhajeros
Y cajitas musicales,
Oh, là, là, l’habitation du Motel Parisien,
Le chef se inventa una tarta de trufa con peras,
El aroma penetra ventanas cerradas,
No como nuestro aliento au chocolat.