viernes, 16 de julio de 2010

Tres poemas circenses para la hermana de Kafka

23. AUDIO PARA LA ESTIMA


El auto de autoestima tiene que ver con un vehículo y sus neumáticos.
La estima es un comando sinfónico de director desgañitando sus miembros,
La cabeza forma parte de su propia marioneta controlada. Equilibrio
Es la clave. Una sola palabra a saber desde el principio.
No por eso dejas de mirar el mapamundi de tu infancia.
Puntería geográfica para este Director de Orquesta.
Tú. Tu niño cree que al microscopio será factible ver el cómo y el cuándo.
A ciencia cierta es cierto. Tu niño es una sabia oruga cuya simplicidad es
Auto-transmitirse. No le teme a la adolescencia tampoco su mamá.
Una equilibrista en ese circo de ayer. Una artista enamorada de su imagen y semejanza
Frente a un espejito-espejito. Mirror-mirror. Miroir.
Mi horror, mi rorra, Mi rareza ¡!

La equilibrista canta (no en silencio) sobre el cable.
Admirarla llevar títeres en una suerte de coreografía espiritual.
Su canto es apreciado por algunos espectadores de oído impávido.
El instinto criminal de voces sinfónicas con deditos en los pies,
Delitos menores.
Al microscopio uno va en aumento.
El ser cuantinombre.
El poeta es un neólogo inconfundible que se oculta tras una lente de aumento.
Los microscopios son tan solo el principio porque lo grande se conoció después.
Si se parte del supuesto de que los monos no necesitan evolución
Por qué necesaria y científicamente nosotros sí ¿?
Sin embargo, nuestra equilibrista se sabe, a ratos, la hija del señor Zunz.
Capaz de matar. Mente a ratos desequilibrada. Por suerte
Vio a los Borges sentados en una banca,
Conversando el viejo con el joven, cada uno de su auto-experiencia del ser.
Espejo más lindo de cruel.
Si yo viera a lacarieri de joven le diría:
Andarás con tiento, nada te lo impedirá.
Enmudecería ante esa belleza espiritual de un cuerpecito bien hecho.
De unos hojos con hache y pestañas encubriendo el desvelo de cada ritual.

Canto viajero de naves sinfónicas camino a tímpanos allegro moderatos.
Maniobra de El Director de Orquesta, sin hilos ni cables para equilibrista.

Bajo el microscopio de Dios los seres se hablan de amor:

- Me gustaría fueras el camino hacia la playa.
- Estoy descalzo, no soy camino, pero te lavo los pies.
- Si no aceptas que eres camino, antena, sustantivo y verbo no te amarás como el Dios que eres.

- _______________________________, _____________;

Oído incrustado en el cráneo de colores audio-rítmicos,
De un fantasma que regresa a esas líneas arrastradas
Y vírgenes del diálogo amoroso.

Quintaesencia atragantada de Hollywoodenses efectos especiales,
El Director se enamora de la equilibrista.
Ella deja a su artista de trapecio por otro poeta
Que domina los efectos espaciales.

Fade Out mayor que el firmamento,
Para juguete desmedido, alto vacío de luminosidad.
Caracoles ¡!, uno es el juguete.
El juego está en los oídos pegaditos de dos caracoles escuchándose por dentro el mar.

..., ella sacudió las manos como si quisiera secarse el barniz (negro), cuando el ejercicio poético consistía en hacerse una prueba auditiva de sangre.