sábado, 26 de junio de 2010

Poemas Introspectivos

LAS PERAS. (12.)

Se cierra un día con su candado crepuscular.
Vuelves al círculo donde iniciaste una partida.
Sigues el círculo como huellas en la arena.
Hasta llegar a mí, al inicio, donde se abre
Un ruido de cigarra fumando las pisadas de tus pies hacia mí.

Es una cigarra la que oigo, su humareda ensordece la nada
De una lucecita roja,
Arrancas la almohada y caemos ilesos aún.

Una botella tiene fotografías en la panza.
No sé quién las metió allí. No nacieron adentro como las peras
Del licor de esa noche.

El gusto a vino de mantequilla en tus labios.

Brincas de emoción pero no hay peras ni respuestas.
Hay un vaso con hielos; escultura de mi cuerpo.

Sé que los icebergs son mejores que los barcos,
Pero en este caso sólo son silentes fotografías,

Nada más. Baten tu corazón entre témpanos nadando,
Las peras en las botellas de licor.

Desnudas los discos de su funda,
Como relojes de Dalí se funden de calor,
Tienes licor en tus dedos.
No es silencio lo que pides,
Es humo de cigarra, lucecita roja y pequeñísimos tragos de mí
A picorete de botella.