martes, 22 de junio de 2010

Pases Mágicos

EL GUARDIÁN DE LAS FLORES PÚRPURA. (09.)


En el principio, un poeta
Vio una flor de pétalos morados,
Cada uno tenía un nombre oculto bajo el polen.
Nombres de aguerridos caballeros.
Quiso cortarla, pero el guardián de fuego lo amedrentó;
Ardientes quemaduras en la mano que empuña el escudo.
Las flores del jardín otoñal en morados de princesa.
El poeta vacilaba en bicicleta sobre el camino de piedras.
Optó por marcar los pétalos con nombres de mujeres
Alguna vez entregadas en cuerpo y alma a su voz.
Inventó hermosísimos nombres,
Leyó apenas el suyo bajo la luz de un pétalo morado,
Antes del coletazo del guardián de fuego.
Rehiletes de pétalos morados con estrellitas.
Le mareó lo femenino. Cóncava, púrpura la cavidad mortuoria.
Nada sucedió a las flores prematuras ni a las marchitas,
El dragón no hace el menor ruido como si fuera un pescador.
Siguió alerta, observó al poeta de reojo radio que cubre lo morado de la noche,
Radar, sigilo intolerable del Guardián de las Criptofanerógamas,
Criptas y fantasmas purpúreos, según el poeta. Mujeres en flor.